El lunes 22
de Febrero, sobre las 11:30, un balón rojo rompió una de las ventanas de la
clase de 4º A, situada en el segundo piso. Los sorprendidos testigos comentaron
que mientras estaban realizando unos complicados ejercicios mandados por su
profesor se oyó un gran ruido y pequeños cachos de cristal cayeron sobre las vacías
mesas de los alumnos. Con suerte, los niños se encontraban agrupados en el lado
del aula más alejado de la ventana, aunque ninguno pudo evitar gritar ¡ah, qué
susto! al ver lo que acababa de suceder.
Todos observaron como el balón botó
dentro de la clase después de romper el cristal y se estuvo buscando al
culpable durante todo el día. Al cabo de unas horas encontraron a dos alumnos
intentando saltar la valla del colegio sospechosamente, de modo que se optó porque cada alumno
del colegio tomara la decisión de quién podía ser el culpable, así que cada uno
de ellos votó en un papel. Al recolectar los votos la mayoría de los alumnos
sacaron como culpable a María de 4º A.
Esta no dejó de lloriquear hasta que al
final habló con la directora y resultó que María sólo estaba jugando al fútbol
y tiró con tanta fuerza que se le escapó el balón, así que se deshizo el
castigo y María volvió a sonreír.